Las nuevas generaciones, ¿deben adaptarse a este mundo, o vinieron a cambiarlo y nosotros debemos adaptarnos a ellos?



            Algunos dicen que la nueva generación es difícil de definir, y otros argumentan la dificultad de dirigirse a ellos y segmentarlos. Como toda nueva generación, son descritos como perezosos, narcisistas, apáticos y “vividores” de sus padres, quienes a su vez, no están preparados para motivarlos e incentivarlos a elegir su propio camino y apoyarlos en el mismo. Pero en realidad, esta generación, que a mi parecer es maravillosa, son más bien inquietos, interesados y con espíritu emprendedor. Saben lo que quieren y saben cómo obtenerlo. Son muy influyentes y codiciados por empresas y marcas. No solo consumen el contenido, sino que lo crean, lo editan, y lo comparten. Eso es lo que los convierte en personas influyentes. Si nos involucramos con ellos de forma adecuada, y somos capaces de crear contenido para ellos, pero a su vez aceptamos que lo personalicen y editen para hacerlo propio y luego transmitirlo, entonces estaremos creando una oportunidad muy interesante.

Estos niños y adolescentes del presente forman parte del entramado cultural que nos rodea, tecnología, redes sociales, aplicaciones, nuevos sistemas de organización laboral, etcétera.

Parece que se comprometen con causas importantes, pero su compromiso no dura más de un “me gusta”, y con eso sienten que hacen su “aporte”. Luego viene la próxima causa.

No tuvieron que adaptarse a la nueva tecnología porque nacieron con ella. Algunos no recuerdan cómo era el mundo antes de Internet, y otros ni siquiera lo conocieron.

No saben lo que es una revolución pero la están propiciando en este momento de cambios constantes.

Los adultos y adultos mayores reclaman por la falta de estabilidad laboral, pero estos mismos jóvenes poco aspiran a conservar un trabajo más de dos años. La mayoría busca un trabajo que les guste y les dé la oportunidad de crear y desarrollarse profesionalmente, y no solo ganar dinero.


La generación Z de la que estoy hablando, ha crecido en medio de violencia, inseguridad, crisis económicas, pero la diferencia es que tienen acceso a toda la información gracias a Internet, que los empodera y los convierte en una autoridad dentro y fuera de su casa.

Como mencioné antes, los adolescentes de hoy no son pasivos, por lo tanto no deben ser tratados como inocentes, mucho menos subestimarlos o creer que son ingenuos. Por otro lado, esta generación odia los estereotipos, como por ejemplo el de papá proveedor y mamá ama de casa. En muchos casos se da porque los jóvenes vienen de familias lideradas por madres solas o padres solos, o familias ensambladas. Ya no es tabú para ellos el matrimonio homosexual y odian la discriminación hacia “lo diferente”.

En el aspecto comercial, los jóvenes esperan que las marcas y empresas sean transparentes y honestas, buscan la responsabilidad social empresaria y los gestos que aporten valor a la sociedad, y que se tomen en cuenta sus opiniones como consumidores.

Si queremos llegar a ellos debemos tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, utilizar las redes sociales. Muchos jóvenes piensan que si una marca nueva no aparece en Facebook, Instagram, Twitter o cualquier otra red social, no existe. YouTube es fundamental para acercarse a ellos mostrando los productos y beneficios que ofrecen.

Entonces, para responder la pregunta con la que empezamos, creo que son personas con mucho potencial y debemos darles el espacio  y las oportunidades que necesitan para crear valor, porque de algo estoy segura y es que han venido a mejorar el mundo. 
Mariana I. Lloret

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