¿Estoy usando bien el marketing digital? ¿Por qué sigo sin vender?


Cuando incursionamos en la gestión de Marketing Digital, vemos que hay muchísimos caminos, miles de recetas, y paradójicamente, por esa razón, es que no hay una fórmula mágica o exclusiva para lograr resultados positivos, o los resultados que esperamos. 

Hay herramientas, técnicas, las más diversas redes sociales, pero no todo funciona de la misma forma para todas las empresas ni para todos los clientes. 

Marketing digital es un mundo enorme y muy complejo si no tenemos claros, en primer lugar, nuestros objetivos, a nivel comercial o a nivel de comunicación. Entonces, sabemos que nuestros objetivos deben ser SMART: claros, concisos, alcanzables pero desafiantes, y con un tiempo derminado a fin de poder medirlos.

Con nuestros objetivos definidos, buscamos las estrategias para poder cumplirlos. Estas estrategias incluyen: un mensaje claro y destinado a nuestro público objetivo. Recordemos que no todas las personas o usuarios de Internet, son nuestro público meta. Elegimos los canales por los cuales llegaremos, pueden ser redes sociales, buscadores, entre otros. 

Debemos ser concientes de cada paso en el proceso y además, ser capaces de analizar y redefinir estrategias rápidamente, si es necesario. ¿Qué quiero decir? Digo que no hay una red social efectiva para todo el mundo, o la forma de dar un mensaje no es la misma para todos los negocios, incluso del mismo rubro. No es que las fábrica de alfajores deben usar tal o cual red social, o las peluquerías tienen que usar más videos. Cada empresa o emprendimiento es único, y debe tratarse como tal. Es más frecuente de lo que creemos, encontrar negocios del mismo rubro en la misma ciudad, y uno alcanza más a sus clientes vía Instagram y el otro con Tik Tok.

Entonces, debemos hacer una planificación exhaustiva y comprobar qué red social funciona mejor para nuestro negocio, empresa o emprendimiento. 

De la misma forma ocurre con los profesionales. Por ejemplo, a un abogado le funciona mejor brindar contenido con videos, y a otro, de la misma rama, le funciona mejor un blog donde escribe artículos.

Y ya que hablamos de contenido, es esencial brindar contenido de interés para los usuarios, que se convertirán en promotores de nuestra marca y también en nuestros clientes. El contenido de interés es el que las personas comparten y con el que les gusta interactuar. 

Una vez que logramos dar con los canales y contenido adecuados, y empiezan a llegar las consultas de potenciales clientes, suele pasar que las ventas siguen igual y no crecen. ¿Qué es lo que pasa en este punto? ¿Por qué no se incrementan las ventas? Las razones pueden ser muchas y todas son importantes. Voy a mencionar algunas, la mayoría se relaciona con la mala calidad en algún aspecto:

1. La atención al cliente es de mala calidad. Llega un cliente, y no lo ATENDEMOS. Cuando hablamos de atención al cliente, hablamos de dejar todo lo que estamos haciendo para darle un servicio e información de excelencia. Si invitamos a un amigo a nuestra casa, ¿cuando llega le decimos avisame si necesitás algo y lo dejamos solo? De ninguna manera, ¿verdad? Entonces, si realizamos acciones e invertimos dinero en marketing y comunicación, para invitar a nuestros clientes o posibles clientes a nuestra empresa, negocio, u oficina, tenemos que prestarle 100% de nuestra atención. 

2. No saber cerrar una venta. Recibimos muchas consultas y muchas visitas en nuestro sitio web o nuestro local de ventas, pero el cliente se va con las manos vacías. Aprender a vender es fundamental para que todo el esfuerzo en marketing digital tenga sentido. 

3. El producto que vendemos es malo, deficiente o las entregas son fuera de lo acordado con el cliente. O puede ser que la propuesta de valor sea inexistente o confusa. La propuesta de valor es lo que nos diferencia de la competencia, es el beneficio que nosotros damos y los demás, no.

Si evaluamos la comunicación, también se puede dar que nuestra landing page sea confusa o los objetivos que definimos son los adecuados para este momento. A esto le sumamos la falta de medición y análisis de los resultados. 

Al mismo tiempo, hay problemas comunes en las empresas, pequeñas y medianas, como lo son la falta de planificación estratégica, a corto, medio y largo plazo, se va improvisando y no se define una estrategia de negocio. O siguieron una "receta" que un conocido les dijo que funcionaba, sin pensar en su propio valor. Y un error demasiado común, es querer tapar huecos internos con la publicidad. 

Habiendo dejado claras las posibles falencias, ahora te propongo algunas buenas prácticas que te ayudarán a salir adelante:

1. Atender todo el proceso de comercialización, no solo un anuncio publicitario. Es decir, el proceso de comercialización comienza en la compra de los productos o materiales para fabricarlos, en los tiempos de cada proceso interno, en los objetivos financieros que se quieran lograr, y luego vienen los objetivos de marketing y comunicación, las estrategias y canales y la evaluación de cada acción publicitaria.

2. Detectar los factores que no están funcionando, o lo que llamamos "cuellos de botella".

3. Aprender, capacitar a todo el equipo, ejecutar y MEJORAR CONTINUAMENTE TODOS LOS PROCESOS. 


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